Son las 323 am y mis músculos aún me duelen. Me jaloneaste como nunca te habías asustado por perder algo en tu vida, tu fuerza era tan fuerte de no dejarme ir.
Siempre te justificas, siempre mientes, siempre creeras ese monstruo egoísta que eres.
Aún así el corazón tiene razones que la razón desconoce. Se queda la pregunta al vacío: ¿Por qué lo hiciste?
1 comentario:
Felicidades por tu blog … busco blogueros aficionados al vino …
Te dejo mi link: Vinos Vintage
Saludos cordiales.
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