He aquí el gran misterio del conocimiento, ya que si por una vorágine el corazón deseoso y palpitante pretende conocer todo, se perderá en un caos y a la locura besará.
En un laberinto donde nada tiene principio ni fin, de dónde no fuimos invitados a conocerlo todo. El castigo a la soberbia de Lucifer, en el vacío por siempre jamás.
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